Capítulo 10: Corto viaje a la India


Por fin llegué a la India, mis planes no eran quedarme allí por mucho tiempo, así que me quedé dos días.

Todos vestían de una manera tan diferente de la que yo estaba, que tuve que comprar ropa nueva. Lo hice porque todos me veían de una manera demasiado y no soporté que se me quedaran viendo.

La ropa que me había dado Fei Long era muy bonita, pero prefería guardarla para ocasiones especiales. Así que decidí comprarme algo menos elegante: un par de tenis, unos pantalones de mezclilla y una sudadera. Guardé cuidadosamente el traje que me había dado Fei Long en mi mochila y continué con mi viaje.

Decidí visitar diversos estados de la India, mi primer destino fue Uttar Pradesh. Llegué en un autobús polvoriento y casi destruido. Al llegar me arrepentí de haber viajado a la India. Lo primero que vi fue un campo de cosecha totalmente seco y a un hombre arando, acompañado por dos esqueléticos bueyes.

Caminé por una pequeña aldea y le pregunté a una mujer la razón por la que Uttar Pradesh estaba en un estado tan miserable. Ella me respondió que a veces duraba largo tiempo sin llover y que Uttar Pradesh no producía suficiente grano para sus habitantes, así que millones morían de hambre. Al escuchar aquello me asustéo, le di las gracias a la mujer y decidí irme. Si no había suficiente comida para los habitantes del lugar, mucho menos habría para los turistas. Tomé un nuevo autobús y viajé hacia otro estado de la India, mi nuevo destino sería: Bihar.

Tampoco me fue bien en Bihar, las condiciones eran las mismas que en Uttar Pradesh, según un anciano con quien hablé, el cual estaba recargado en la puerta de un edificio, cubierto con telas sucias por el polvo que levantaba el viento.

Ya había pasado un día y no conseguí un lugar donde quedarme, aquella noche decidí pasarla en Bihar. Le pregunté al anciano si había hoteles cerca o si conocía de algún lugar donde se rentaran cuartos por una noche. Me contestó que tenía suerte, porque el edificio donde nos encontrábamos era propiedad suya y se ofreció a rentarme un cuarto.

El cuarto donde me tocó estaba casi en ruinas, pero era el mejor de todo el edificio, no había sillas, ni camas, ni nada por el estilo, sólo un montón de telas en el piso. Esa noche no dormí bien.

Me levanté muy temprano, fui con el anciano y le pagué, después me acompañó hasta la puerta y me deseó buena suerte. Pero yo ni siquiera sabía a dónde me iría, así que le pregunté al anciano por un lugar para visitar. Me dijo que probara con Calcuta, le di las gracias y partí nuevamente en otro autobús.

Llegué a Calcuta, que no se parecía a Bihar ni a Uttar Pradesh, pero tampoco se parecí a en nada a Tokio, Hong Kong ni mucho menos a Tailandia. En pocas palabras, era diferente a todo lo que había visto hasta entonces.

Caminé un poco para admirar mejor el lugar, era mediodía y hacía mucho calor. De pronto escuché muchos gritos y me dirigí hacia ellos, vi a muchos hombres formando un círculo. Me acerqué a ellos...¡Era una pelea callejera!

Combatían un tipo medio extraño y otro tipo que ya estaba en el piso, estaban buscando un nuevo retador, pero nadie quería combatir. Así que entré al círculo y reté all campeón.

Como aquella vez en Tailandia, todos comenzaron a burlarse, pero el campeón, que se hacía llamar Dhalsim, aceptó mi reto.

Cuando comencé a atacar, Dhalsim se impresionó un poco por mis técnicas, ya que había mezclado Karate, las técnicas de Fei Long y Muay Thai. A mí también me impresionó el que me hubiera vuelto más fuerte y rápidamente tomé ventaja...Hasta que Dhalsim me mostró sus técnicas.

¡Fue algo increíble! En aquellos momentos no pude creer lo que mis ojos veíani. Cuando intenté atacar a Dhalsim nuevamente...¡Éste desapareció frente a mis ojos! Miré hacia atrás y vi que Dhalsim estaba haciendo la posición de flor de loto...¡Pero en el aire!

Creí que algo como eso era imposible, pero lo vi con mis propios ojos. Y lo que vino después fue aún más interesante: "¡Yoga flame!". Así se llamaba su ataque, con el cual lanzaba fuego por la boca. ¿Qué tiene eso de interesante? El fuego provenía de su cuerpo.

Logré esquivar la flama, fui hacia él y lo tomé por el cuello, haciendo presión con mis brazos, pero extrañamente logró zafarse y se alejó de mí. Entonces me enojé bastante, hice lo siguiente sin siquiera pensarlo: Corrí hacia Dhalsim, lo tomé fuertemente por la garganta y no lo solté hasta que alguien gritó: "¡Tranquila! ¡Esto es sólo una pelea! ¡No vas a matarlo!". Esas palabras me hicieron reaccionar y entonces me di cuenta de lo que estaba tratando de hacer y lo solté. Dhalsim cayó sobre el piso, inconsciente.

Se terminó la pelea, tomé mis ganancias y me hubiera ido en aquel momento si él no hubiera tocado mi hombro. ¡Dhalsim! ¡Yo quería hablar con él para preguntarle sobre sus técnicas! Me invitó a sentarme y entonces platiqué con él.

Primero él me pidió que le hablara sobre mí: "¿Cómo es posible que sepas técnicas de Karate, Kung Fu y Muay Thai siendo tan pequeña? ¿Por qué combates en peleas callejeras? ¿Por qué una niña como tú está aquí?".

Eran muchas preguntas, le conté sobre Hong Kong, Tailandia, Japón, mi beca para estudiar... todo excepto sobre el dojo.

Entonces le pedí que me contara sobre él y esto es lo que recuerdo: Dhalsim es un hombre que ha enfermado a través de su vida para unificar su mente y cuerpo a través de la disciplina llamada "yoga". Parece que lucha en peleas callejeras para reunir dinero, pero él lo hace para ayudar a los niños que están muriendo de hambre en la India. Al adentrar su cuerpo en el mundo del Dios Asura, el puede utilizar ataques como el "yoga flame".

Para mí era totalmente nueva la posibilidad de volar o lanzar fuego, entonces Dhalsim me dijo que podía enseñame algo sobre el ki, pero que en esos momentos no podía, porque en aquellos días se encontraba analizando sus conocimientos.

"En un mes podré hablarte sobre el ki", dijo Dhalsim, pero le dije que no podía quedarme más tiempo en la India porque partiría esa misma tarde para Hong Kong. "Buena suerte entonces", fue lo único que dijo Dhalsim antes de desaparecer.

Compré mi boleto para Hong Kong, pensando en lo que era el ki y tomé mi lugar en el avión. La verdad ya estaba harta de tantos viajes y quería quedarme quieta en algún lugar, pensé ir a Hong Kong con el único fin de conseguir dinero para poder viajar a otros lugares que estuvieran fuera de Asia.