Capítulo 4: La premonición de Rei

Al día siguiente, Kaori asistió a la escuela como cada mañana, pero no pudo dejar de pensar en Heliot.

Cuando Kaori se dirigía nuevamente a casa después de clases, pasó por el santuario Hikawa y se topó con Usagi.

-Hola Usagi. ¿Qué estás haciendo por aquí?—Preguntó Kaori con un poco de curiosidad.

-¡Hola Kaori! Vine a visitar a una amiga que trabaja en este templo. ¿Y tú, a dónde vas?—Respondió Usagi mientras sonreía.

-Voy a casa. Es un poco tarde y no quiero que mamá se preocupe.—Dijo Kaori.

-Está bien, entonces nos veremos en otra ocasión. ¡Hasta luego!—Dijo Usagi mientras subía por las escaleras del templo y se despedía haciendo señas con las manos.

-Adiós...—Murmuró Kaori mientras sonreía un poco y desaparecía entre las calles.

Usagi encontró a todas sus compañeras en la entrada del templo, excepto a Rei.

-Hola cabeza de bombón, llegas tarde.—Dijo Haruka alegremente al ver a la joven de cabello rubio.

-¡Perdón!—Exclamó Usagi mientras una gota de sudor resbalaba por su cabeza.

-Hay cosas que nunca cambiarán...—Pensó Luna desconcertada.

De pronto apareció Yuuichiro, con una escoba en las manos.

-¿Qué hacen todos ustedes aquí? Rei está esperándolos en el interior del templo.—Dijo Yuuichiro mientras observaba a las amigas de su amada y se rascaba la cabeza.

-¡Gracias Yuuichiro!—Exclamó Usagi apenada mientras corría al interior del templo, los demás la siguieron.

Yuuichiro sonrió y después comenzó a barrer las hojas que cubrían la entrada del templo.

En el interior del templo, Rei estaba meditando frente al fuego sagrado. Podía sentir una presencia muy maligna en la ciudad.

-¿Qué sucede Rei, por qué nos llamaste?—Preguntó Usagi en cuanto entró a la habitación donde se encontraba la joven sacerdotisa.

Rei miró hacia atrás y una expresión de alivio se dibujó en su rostro al comprobar que todas sus compañeras estaban ahí.

-Tomen asiento, por favor. Se trata de algo muy serio.—Murmuró Rei mientras le daba la espalda a sus amigas y miraba un momento las poderosas llamas que se movían de una manera antinatural.

Todas las chicas se miraron entre ellas sin comprender, después se sentaron en los cojines que estaban sobre el piso.

-¿Qué significan esos movimientos tan extraños?—Preguntó Luna al observar el fuego sagrado.

-Significa que pronto sucederá algo que nos perjudicará a todos.—Murmuró Rei sin mirar hacia atrás.

Haruka miró fijamente a Michiru y le preguntó:

-Hace poco viste algo similar en tu espejo, ¿verdad?

Michiru miró a Haruka y asintió ligeramente, después miró a las demás y dijo:

-Así es. Hay algo muy extraño en el ambiente, algo perverso y maligno.

-Michiru, Rei. ¿Qué creen que sea?—Preguntó Ami.

Michiru negó con la cabeza y Rei dijo:

-No lo sabemos. Pero es obvio que algo malo  va a suceder.

-¡No sean tan pesimistas! ¡Después de todo nosotras estamos aquí para derrotar a esa cosa perversa que nos acecha!—Exclamó Minako mientras sus ojos se volvían un par de estrellas.

-¡Así es!—Agregó Usagi mientras sus ojos brillaban como los de su amiga.

-Esta vez no será tan fácil—Interrumpió Rei secamente—Nunca nos habíamos enfrentado a un enemigo tan poderoso como éste.

-¿Qué?—Preguntaron Minako y Usagi al mismo tiempo.

Michiru tomó su espejo y dijo:

-El reflejo muestra a una sola persona.

-El fuego muestra la silueta de una persona.—Agregó Rei, mirando por fin hacia atrás.

-Debemos prepararnos, esta no será una batalla ordinaria.—Dijo Artemis de pronto.

Todas asintieron, excepto Rei, que tenía un extraño presentimiento.

-Será algo más doloroso que la muerte—Pensó Rei mientras le daba una última mirada a la silueta que aparecía entre las llamas.