Capítulo 3: El sueño de Kaori

Kaori llegó a casa. Las horas pasaron. Esa noche oscureció rápidamente y cientos de nubarrones oscuros cubrieron el resplandor de la luna. Kaori dormía plácidamente, cuando de pronto tuvo un sueño muy extraño:

********INICIO DEL SUEÑO******

Kaori estaba en un hermoso bosque, el cual estaba repleto de bellas flores y árboles. Era de día y podía percibirse un agradable aroma en el ambiente. El sol brillaba en el cielo, haciendo encantador al clima del lugar.

-¿Dónde estoy?—Pensó Kaori mientras caminaba por un largo sendero cubierto de rosas, de pronto llegó a un enorme lago.

-¡Es hermoso!—Pensó Kaori al observar su reflejo en las transparentes y limpias aguas.

De pronto se escuchó una agradable voz que parecía provenir de la nada:

-Éste es mi mundo. Por favor, no lo destruyas.

-¿Quién dijo eso?—Preguntó Kaori en voz alta mientras miraba a su alrededor.

La voz parecía suplicante:

-Por favor, no lo hagas.

-¡¡¿Quién eres?!!—Preguntó Kaori desesperada.

De pronto un resplandor plateado apareció en el centro del lago y después de algunos segundos tomó forma, transformándose en un pegaso blanco.

Kaori se llevó ambas manos a la boca y pensó emocionada:

-¡Es un pegaso!

-Mi nombre es Heliot y soy el sacerdote de Ilusión.—Dijo el pegaso.

-¿Ilusión?—Preguntó Kaori confundida.

-Ilusión es el mundo de los sueños, donde yo vivo.—Respondió Heliot.

Kaori sonrió y dijo:

-Es hermoso. ¿Cómo podría destruirlo?

Los ojos de Heliot tomaron una expresión de profunda tristeza.

-¿Qué te sucede?—Preguntó Kaori, preocupada, al notar la reacción de Heliot.

-Princesa, no destruyas mi mundo...—Murmuró Heliot tristemente.

-Descuida, no lo haré. No te preocupes.—Dijo Kaori seriamente.

Un ligero brillo de esperanza apareció en los bellos ojos de Heliot y el pegaso voló hasta la orilla del lago, frente a Kaori.

-Eres muy hermoso...—Murmuró Kaori con voz dulce mientras acariciaba el rostro de Heliot.

-¿Es posible que ella sea la persona que destruirá a la Tierra y a mi mundo? No puedo creerlo...—Pensó Heliot mientras observaba cuidadosamente a Kaori.

De pronto Heliot cerró los ojos y recobró su forma humana. Al verlo, Kaori no pudo evitar sonrojarse.

-¿Heliot?—Preguntó Kaori con dificultad.

Heliot hizo una ligera reverencia y después asintió con la cabeza. Entonces una brillante luz envolvió el cuerpo de Kaori, vistiéndola con un hermoso vestido negro.

-Princesa, debe prometérmelo...—Murmuró Heliot mientras se inclinaba ante Kaori y tomaba una de sus manos.

-¿Prometer que?—Preguntó Kaori nerviosamente mientras se sonrojaba profundamente.

-Que no destruirá mi mundo—Respondió Heliot seriamente mientras miraba a Kaori a los ojos.

Kaori estuvo a punto de hablar, estaba dispuesta a prometer que no destruiría el mundo de aquel encantador joven, pero de pronto todo desapareció y Kaori sólo pudo escuchar la voz de Heliot, que suplicaba:

-¡Princesa, por favor, no destruya mi mundo!

Entonces todo fue envuelto por la oscuridad. De pronto Kaori vio unas llamas a lo lejos, las cuales fueron acercándose hasta llegar a ella. Era Tarles y sus alas desprendían fuego.

-Princesa, no debe olvidar su venganza. Debe matar a la princesa de la Luna y recuperar el cristal de plata.—Dijo Tarles con voz grave, antes de desaparecer.

********FIN DEL SUEÑO******
 

Kaori despertó con lágrimas en los ojos, su corazón latía fuertemente.

-¿Qué...qué fue eso?—Pensó Kaori mientras se incorporaba y se sentaba en el borde de su cama.

Kaori miró a su alrededor. Estaba en su habitación.

-Sólo fue un sueño. Sin embargo todo fue tan real...—Pensó Kaori desconcertada.

De pronto Kaori descubrió algo entre las sábanas de su cama que la dejó helada. Era una flor, una hermosa flor de Ilusión. Kaori la tomó y tembló un poco mientras la observaba detenidamente. Después miró hacia el piso y descubrió varias plumas quemadas de Tarles sobre él.

-No fue un sueño.—Pensó Kaori mientras cerraba los ojos y aspiraba la suave fragancia de la flor que tenía entre sus manos.—Heliot...Quisiera verte otra vez.