Capítulo 1: ¡Ranma se ha fugado con una amante!


Eran las ocho de la mañana en el Dojo Tendo. Akane estaba muy preocupada porque Ranma no aparecía por ningún lado y se estaba haciendo tarde para ir a la escuela.

--¿Dónde estará Ranma?--Pensó Akane mientras abría las puertas de todas las habitaciones del dojo, en busca de Ranma, pero sin resultado alguno.

Akane buscó incansablemente en el baño, en el gimnasio, en el patio, en la cocina...En fin, en todos lados, pero no encontró a Ranma.

--¿Qué sucede, Akane?--Preguntó Kasumi cuando la chica de cabello azul pasó por la cocina.

--Estoy buscando a Ranma--Respondió Akane un poco molesta.

Kasumi estaba cocinando arroz, pero se detuvo por un momento, miró a su hermana y dijo tranquilamente:

--Ranma se fue hace una hora.

--¿Se fue?--Pensó Akane molesta y a la vez sorprendida, después miró su reloj y gritó:

--¡¡NOOO, POR CULPA DE ESE TARADO VOY A LLEGAR TARDE A LA ESCUELA!!

Akane Tendo salió corriendo de su casa a las 8:25am.

* * *

Akane llegó rápidamente a la escuela Furinkan, con la intención de ver a Ranma y hacerle pagar por su preocupación. Por algún milagro celestial, Akane logró llegar a tiempo a su salón, pero al mirar a su alrededor, se dio cuenta de que Ranma no estaba ahí.

--Ranma...--Pensó Akane preocupada.

Akane caminó lentamente hacia su asiento, pensando en la extraña desaparición de Ranma Saotome.

* * *

Las horas pasaron, al igual que las clases. Akane se dirigió directamente al Dojo Tendo en cuanto salió de la escuela, con la esperanza de encontrar a Ranma ahí, pero su decepción no pudo ser mayor al comprobar que Ranma aún no había regresado.

--¿Dónde estará? Todo esto es muy extraño...--Pensó Akane mientras entraba en su habitación y se cambiaba de ropa.

Akane decidió entrar en la habitación de Ranma y de su padre, pues era el único lugar donde no había buscado antes.

--A lo mejor regresó sin que yo me diera cuenta. Sí, eso debe ser.--Pensó Akane mientras sonreía y caminaba hacia la habitación de su prometido.

Akane se sorprendió al entrar en la habitación, pues Ranma no estaba, y además todas sus cosas habían desaparecido. Pero sí descubrió algo inusual sobre el piso: una pequeña caja. Akane nunca la había visto, así que la tomó y la observó detenidamente. Era una caja de madera tallada en forma de corazón, Akane sintió celos al comprobarlo, así que decidió abrirla y echar un vistazo a su interior.

--¿¡De dónde habrá sacado Ranma esta caja!? A lo mejor es del tío Genma, pero no creo...--Pensó Akane mientras abría la caja.

Los ojos de Akane se abrieron de par en par al descubrir varias cartas de color rosa en el interior de la caja, toma una y leyó en ella lo siguiente:

"Mi amado Ranma:

La espera ha sido terrible y tú lo sabes mejor que yo...No puedo continuar así, siempre viéndonos a escondidas y en los lugares más insospechados...Necesito verte, tenerte entre mis brazos, que seas sólo mío.

Ha llegado el momento de huir juntos a algún lugar...lejos. Por eso he decidido verte mañana temprano en "La cueva de Montecristo". Cuando llegues allá, pregunta por mí en la recepción. Estaré esperándote ansiosamente.

Siempre te amaré".

Cuando Akane terminó de leer la carta, empezó a temblar y murmuró:

--Ranma se ha ido...El muy estúpido...Lo odio...

Después comenzó a llorar.

* * *

Pasadas varias horas, Akane se secó las lágrimas como pudo, tomó la caja y salió de ahí. No estaba dispuesta a dejar ir a Ranma tan fácilmente. La joven entró en su habitación, cerró la puerta con seguro, se acostó en la cama y comenzó a leer la misma carta que había leído antes, entonces se dio cuenta de que esa carta tenía la fecha del día anterior. No había duda, Ranma se había ido a "La cueva de Montecristo".

--Pero...¿Dónde estará ese lugar?--Pensó Akane confundida, pues nunca antes había escuchado semejante nombre.

Akane dejó aquella carta sobre la cama, después comenzó a leer las demás, todas eran cursis cartas de amor dirigidas a Ranma, y no eran recientes, parecía que la persona que había escrito aquellas cartas y Ranma habían estado mándandose correspondencia melosa desde bastante tiempo atrás.

--¿Quién será la amante de Ranma? ¿Acaso será Shampoo, Kodachi o Ukyo?--Murmuró Akane molesta.

Ninguna de las cartas tenía nombre o alguna pista que ayudara a Akane a descubrir la identidad de la mujer que le había quitado a Ranma. Sólo había cosas como: "Te necesito", "no puedo vivir sin ti", "te amo", etc.

--¡¡Pudo ser cualquiera de ellas tres!!--Pensó Akane infinitamente histérica mientras estrujaba las cartas entre sus dedos.

Entonces Akane lanzó las cartas lejos de ella y comenzó a llorar otra vez.

--¡Voy a encontrarte, Ranma, aunque sea lo último que haga! ¡Y te juro que pagarás por esto!--Pensó Akane entre sollozos.

Estaba dispuesta a vengarse.