Capítulo 4


Ahora estoy en los vestidores, poniéndome el uniforme deportivo. Mei Lin me dijo que tendríamos examen de deportes. ¡¿Qué voy a hacer!? ¡No soy nada buena en ese aspecto! No puedo dejar de sentirme nerviosa. La chica del cabello púrpura lo nota, así que toma mi mano y me lleva hacia la enorme cancha. Todos nuestros compañeros ya se encuentran ahí. Miro a mi alrededor y puedo ver a Touya y a Yuki a través de la reja, éste último me saluda alegremente, mientras que el hermano de Sakura me observa con insistencia.

- ¡Kinomoto Sakura!–Exclama la profesora.

¡Oh, no! ¡Es mi turno! Tengo que saltar unos cajones. Está muy alto. Pero debo hacerlo. Así que comienzo a correr con todas mis fuerzas y...

* CRASH *

Me he caído y lastimado la mano, además de arañarme la pierna derecha al chocar contra los cajones. Estoy acostada sobre el piso, tengo los ojos cerrados por el dolor...puedo sentir cómo las lágrimas caen...¡Me duele mucho la mano.

- ¡Sakura!–Grita Touya mientras salta la cerca y corre hacia mí, puedo verlo porque he entreabierto los ojos, aunque sólo un poco. Yuki lo imita y ahora ambos están junto a mí.

-¿Eres su hermano?–Pregunta la profesora–Llévala a la enfermería, por favor.

Touya asiente, al tiempo que Yuki me ayuda a levantarme, mientras lo hago, noto las expresiones de angustia en el rostro de mis compañeros, pero sobre todo en las caras de Syaoran y la niña de cabello púrpura.

-¿Puedes caminar?–Pregunta Yuki.

-Sí...–Murmuro.

El hermano de Sakura y su amigo me llevan hasta la clínica, mientras la enfermera venda mi mano—es un esguince—, y cura mi pierna—es un rasguño ENORME—puedo escucharlos charlar al otro lado de la puerta:

- ¿Qué le habrá pasado a Sakura? No puedo creer que se haya caído en una prueba que era tan fácil para ella–Dice Yuki.

- A lo mejor estaba distraída–Responde Touya.

-Hmmm...Hoy se ve un poco diferente...¿Estará enferma?

- No lo creo. Pero...

- ¿Qué pasa?

-Desde que se levantó esta mañana ha estado...

- ¿Cómo?

- Quizá sea mi imaginación. Olvídalo.

- Está bien, Touya.

Ahora salgo de la clínica con la mirada baja, no me atrevo a enfrentar a ninguno de los dos (sobre todo ahora que Touya ha comenzado a sospechar), y escondo la mano afectada detrás de mi espalda.

- Siento haberte preocupado, hermano...–Murmuro mientras mis ojos se humedecen un poco, por la vergüenza y la desesperación–He estado un poco distraída estos días...

Alzo la vista y lo miro a los ojos, tal y como lo haría su verdadera hermana (no sé por qué, pero un impulso extraño, que ha nacido repentinamente de mi interior, me ha ayudado a comportarme como la verdadera Sakura). La mirada de Touya se enternece un poco, coloca su mano derecha sobre mi cabeza, y dice:

- Regresemos.

- ¡Sí!–Exclamo, tratando de aparentar la mayor alegría.

La mirada de Touya cambia un poco, y murmura:

- Has comenzado a comportarte como el monstruo que todos conocemos...

- ¡¿Cómo te atreves a decirme monstruo!–Exclamo.

Yuki sólo ríe mientras nos alejamos juntos por el pasillo. No puedo evitar sentirme culpable al engañar a estos dos, pero...¿Qué más puedo hacer? Sólo me queda encontrar a la verdadera Sakura y traerla de vuelta.