El
reloj despertador suena sin parar. Abro lentamente los ojos. Me duele todo el
cuerpo, sobre todo la cabeza. Esta mañana me siento diferente. Miro a mi
alrededor... Pero...¡Esta no es mi cama, ni mi habitación! ¿Dónde estoy?
De pronto alguien toca la puerta y entra. Es un muchacho más o menos de mi
edad.
- Monstruo,
se te va a hacer tarde–Murmura el chico, molesto.
-¿Ehhhh...?-Pregunto,
confundida.
Él
no hace más que mirarme de una manera extraña y gruñir un poco.
-Apresúrate–Es
lo único que dice antes de salir.
Hay
un espejo sobre el escritorio. Me miro en él. No soy yo, no es mi imagen. La
figura del espejo es la de una niña, tiene cabellos castaños y ojos verdes.
Es algo pálida y delgada. De pronto un animalito curioso y amarillo sale
volando de uno de los cajones, y exclama:
-¡Sakura,
ya es muy tarde!
No
digo nada, pero lo miro fijamente. Jamás había visto nada parecido. Es un
bicho realmente bonito. Podría ser un ratón...o un oso. Es pequeño y parece
un poco impaciente.
- ¡¡Sakurita,
no te quedes ahí parada!! ¡Vas a llegar tarde a la escuela!
-Disculpa...Pero...Yo
no soy Sakura...Además...¿Qué clase de animal eres tú?-Digo, con un poco
de nerviosismo.
Pero
el curioso ser no responde, sale volando hacia el clóset, toma un uniforme de
marinero y me lo ofrece.
- Vístete–Dice.
- Está
bien...–Murmuro, completamente resignada, pues estoy dispuesta a saber dónde
estoy y por qué.
El
pequeño animalito vuelve a esconderse en el escritorio y a los pocos minutos
lo escucho roncar. Suspiro, y comienzo a vestirme. ¡Qué lugar tan extraño
es este! ¿Será un sueño? *_*