Capítulo XLIV:

El regreso a Tokio


Han pasado varios días, Mina ya está bien. Ahora nuestros héroes y heroínas se encuentran discutiendo en la playa, sumamente preocupados... “¿Entonces no lo hiciste por Heliot?”, pregunta Lita, algo confundida. Mina se echa el cabello hacia atrás y responde: “¡Por supuesto que no! ¡Jamás haría algo como eso! Me parece algo muy tonto, es algo que no vale la pena.” Lita mira un momento hacia el mar y suspira. Por lo visto Mina ya se ha olvidado de Heliot... “Pero qué voluble es”, piensa la joven Kino, moviendo la cabeza en un gesto de desaprobación.

Entonces Ami interrumpe los pensamientos de su amiga y llama la atención de todos al preguntar: “¿Recuerdan esas tijeras misteriosas?” Serena entorna los ojos, y dice: “Sí, desaparecieron en cuanto intentamos tocarlas. Estoy segura de que Jedyte está detrás de todo esto”. Luna se acerca a su dueña y comenta: “¡Serena tiene razón! Jedyte sigue haciendo de las suyas. No debimos confiarnos...” Artemis asiente y agrega: “Hemos desperdiciado mucho tiempo en la playa. Es hora de que volvamos a Tokio”.

Horas después, nuestros amigos viajan en el tren. Serena viaja en el mismo compartimiento con Lita, Ami, Mina y Rei. Sus ojos parecen realmente tristes. Sus amigas conocen la razón de su tristeza: Darien no quiso volver con todos a Tokio, prefirió quedarse con Saori en la playa. ¡El muy traidor! A pesar de los esfuerzos de Seiya, Darien aún vive en el corazón de la joven Tsukino. Sí, a pesar de todo. El amor es algo extraño que trastorna a los humanos. Serena suspira y continúa recordando el primer beso que le dio Tuxedo Mask, en aquella lejana fiesta, en la embajada del reino Cristal...

¿Y Darien? Él está paseando en la playa con Saori. Sin embargo, no parece muy feliz. Algo parece torturarlo a cada momento... No importa, volvamos al tren. En otro compartimiento viajan Unazuky, Andrew, Nicolas, la señorita Mónica y Neflyte. Ellos parecen tranquilos, pero no, sus mentes están en continuo movimiento. Unazuky nota la mirada de Nicolas sobre ella de vez en cuando y se sonroja. Nicolas ha pensado mucho sobre su relación con Rei, y reconoce que va de mal en peor... La hermana de Andrew ha comenzado a llamar su atención. Andrew no se da cuenta de esto, viaja completamente deprimido, pensando en Haruka. No puede resignarse. Neflyte ignora la mirada suplicante de Mónica.

Hotaru y Rini viajan solas en un compartimiento. Están realmente molestas. Hotaru no quería regresar a Tokio, por culpa de esa precipitada decisión tuvo que terminar su romance con Zafiro y volver junto a su padre y a Setsuna (así es, regresaron). Rini piensa que Heliot es un completo idiota.

Cerca de las adolescentes viajan Artemis, Luna y Diana. Padre e hija hablan de lo maravilloso que es vivir como humano. Mientras tanto, Luna juega con los azules rizos de su cabello y piensa en Yaten. Su Yaten...Artemis no sospecha nada.

Los Three Lights también están por ahí. Taiki está leyendo un libro, Seiya se lamenta por no haber conquistado el corazón de su “bombón” y Yaten fantasea con su hermosa Luna...

Haruka y Michiru comparten su compartimiento con Setsuna y su prometido. Los cuatro charlan animadamente sobre cosas sin importancia.

Justo en este momento, dos seres extra-terrestres abandonan la Tierra. Sí, son Alan y Ann. Como no pudieron conquistar a sus respectivos acosados, decidieron viajar a otros mundos para no aburrirse.

Otro conocido viaja en el tren con su familia, es Kenji, el amigo de Lita. El muchacho observa a su vieja amiga desde lejos y sonríe. Promete visitarla en cuanto lleguen a Tokio, pues ha pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron.

¡Pero qué capítulo tan corto! En fin...¿Será Kenji el próximo novio de Lita? ¿Qué habrá pasado con el desvergonzado de Misha, me pregunto yo? ¿En qué terminarán todos estos líos amorosos? Pronto lo sabremos...eso espero.