Capítulo XXXVII:

¿Mi pequeña dama?


Heliot y Mina siguen bailando, sin embargo, el tímido joven está a punto de ser vencido por la desesperación, y decide atacar. Además Mina está algo ‘alcoholizada’, y será fácil conquistarla...Bueno, según Heliot; así que el dichoso joven pregunta: “¿Quieres ir a la terraza?”. La bella diosa del amor responde con una gran sonrisa, se cuelga del brazo de su pareja y ambos caminan hacia el mencionado lugar. Perece como si Heliot no pudiera dejar de sonreír, pero en este momento lo hace, pues para su desgracia, la terraza está ocupada por una pareja: Saori y Darien. El ‘supuesto’ sacerdote de Ilusión no los reconoce y decide llevar a Mina a otro lugar. Por supuesto que Saori aún se está haciendo de rogar...

De esta manera, Mina y su pareja caminan hacia la parte más oscura del antro, ambos se sientan en una sospechosa mesa y comienzan a charlar. “¿Qué sucede?”, pregunta la señorita Aino, sin dejar de sonreír. Heliot trata de mirarla, pero al instante desvía la vista y comienza a decir incoherencias: “Eh...Eh...¿Te he dicho lo mucho que me gusta tu...tu...ehhh...tu gato? La noche es bella, ¿no? Gup...Y el ambiente...Me alegra estar con...ehhh...Sí...Ehhmmm...” La diosa del amor observa fijamente al raro chico, hay una gota de sudor enorme sobre su cabeza, pero al instante comienza a reír como loca y no le da mucha importancia al hecho de que Heliot sea tan tonto. “¡WAJAJAJAJA! ¡Qué divertido!”, exclama la joven rubia.

Pasan diez minutos. Heliot se ha quedado sin palabras, y prefiere escuchar el continuo parloteo de Mina. “Tengo que hacer algo...No puedo ser tan cobarde...”, piensa el tímido chico, mientras se retuerce las manos. Después de mucho meditar, aparece una expresión peligrosa sobre su rostro. Ha llegado el momento. No puede contenerse ni un minuto más. Se acerca cuidadosamente a su víctima (ésta lo observa, con expresión de no saber qué está pasando), primero toma su mano, después la sujeta fuertemente por la cintura y le da una mordida en el cuello. “¡¡WAAAAAAAAAAAAAAAAA!!”, chilla Mina con terror, al tiempo que se aleja de su atacante y le da una fuerte bofetada. Está realmente furiosa, y pregunta: “¡¿Qué...En qué estás pensando!? ¡¿Qué te pasa!? ¡¿Cómo te atreves!?” Heliot observa a Mina con ojos inocentes, y hasta un poco llorosos, su locura parece haber desaparecido...Por el momento. “Disculpa...Discúlpame...Pero no pude evitarlo...Es que...yo...te amo, Mina...te quiero...”, murmura el inconsciente joven, sin darse cuenta, y con la mirada baja. Mina escucha las palabras de Heliot con emoción, se sonroja profundamente y piensa: “Creo que...debería darle una oportunidad...después de todo es guapo...”. La diosa del amor ríe un poco, antes de acercarse al joven y abrazarlo. Heliot alza la vista y observa fijamente a la chica rubia, mientras dice: “¿Tú...tú querrías...te gustaría...ehhh...ser mi...novia?” Mina asiente y ríe de una manera muy tonta. Heliot no puede creerlo, está a punto de llorar; pero en lugar de eso, abraza a su diosa con fuerza y la besa ligeramente, con los labios cerrados.

Ahora vayamos al otro extremo del bar, donde nunca faltan los chismosos. Haruka ha iniciado una aburrida charla con Neflyte, sobre autos; así que Michiru aprovecha para mirar a través de los binoculares infrarrojos del mencionado acosador de menores. La joven de cabellos suaves y verdosos, espía atentamente a su alrededor, pero no logra ver nada interesante...hasta que llega a la mesa de Mina y su más reciente adquisición. “¡AHHHHH! ¡No puedo creerlo, Mina se lo está comiendo!”, piensa la señorita Kaioh, completamente escandalizada, al ver cómo la diosa del amor está ‘domesticando’ al pequeño Heliot en las artes del amor pasional. Una voz interrumpe los pensamientos de Michiru: “¿Qué sucede?”, es Haruka. La bella y artística joven le pasa los binoculares a su pareja, mientras señala cierta dirección. Haruka, al principio, mira la escandalosa escena sin mucha atención, pero al ver lo que está sucediendo, no puede evitar ponerse roja como un tomate. Ahora Lita y Misha llegan a la barra. “¿Qué estás viendo, Haruka?”, pregunta la alta chica, con curiosidad. Sin embargo, la varonil mujer no puede decir nada, pero le pasa los binoculares a la recién llegada. Y Lita, al ver aquello, deja los binoculares sobre la barra y corre velozmente junto a Mina, ¡debe hacer algo para proteger la reputación de su amiga!

“¡¡MIIIINAAAAAA!!”, exclama Lita, mientras separa a la pareja. Ambos la miran, confundidos. “¿Qué?”, pregunta Mina, con tranquilidad. Pero su amiga no le hace caso, pues está muy ocupada mirando a Heliot con ojos asesinos. “¡¿Cómo te atreviste a aprovecharte de ella!? ¡Sólo porque está un poco ebria! ¡Eres un degenerado...!”, grita la alta chica, molesta y con intenciones de continuar, pero Mina la interrumpe (como siempre), alegando: “¡No estoy ebria...! ¡Además Heliot es mi novio y podemos hacer lo que queramos!” Lita observa a la pareja con terror (y a la vez celos), y ahoga un quejido. “¿Cómo...? ¿Qué...? No, no puede ser...”, murmura la chica de cabello castaño, pero después recapacita, y exclama: “¡No importa si son novios o no, Mina, no pueden estar haciendo eso en lugares públicos!” La diosa del amor frunce el ceño, y después señala a una pareja que baila escandalosamente en la pista; Lita los mira y no puede evitar sonrojarse, pues estos dos son MÁS descarados aún. Son nada más y nada menos que Setsuna y el profesor. La pobre Lita no puede hacer nada más que suspirar, darse la vuelta, y caminar junto a Misha, completamente derrotada. Heliot decide obedecer a su altísima amiga y prefiere charlar tranquilamente con Mina, la cual decide hacer lo mismo. “Sólo porque Lita lo pidió...”, piensa la chica rubia, algo decepcionada.

Pasa media hora, y la llegada de una despampanante ‘diosa’ al Coco Bongo llama la atención de todos los presentes. Al verla, los Three Lights dejan de cantar, la música se detiene y todos guardan silencio. Es una atractiva joven de unos 17 años, es alta y delgada, y sobre todo, muy bien formada; trae puestos unos zapatos de tacón alto (demasiado alto), y un diminuto vestido negro con toques metálicos, que deja al aire sus piernas de sensación. Su maquillaje es demasiado perfecto. Y todo eso, en conjunto, la hacen parecer una mujer casi irreal, sacada directamente del paraíso y de los sueños de los hombres. Su cabello es largo y rosado, está peinada al estilo de Serena...Un momento...Esto se pone cada vez más sospechoso...Viéndola bien...Esa mujer es...¡¡LA PEQUEÑA RINI!! *_* ¡¡Ohhh, cielos!! ¡¿Qué le sucedió!?

Todos la miran con atención, sobre todo los hombres, pero nadie la mira como Heliot, que la ha reconocido al instante. “¿Pe...Pequeña dama?”, piensa el chico, completamente confundido e impresionado. Mina observa a la llamativa chica, después a Heliot, luego a la chica, y ahora a Heliot...¡¡Está furiosa...totalmente celosa...Como todas las mujeres en el club!! Bueno, a excepción de Haruka, que observa a la recién llegada sin mucho entusiasmo, pues su Michiru le parece la fémina más perfecta y hermosa del mundo.

Así que esta fue la venganza de Rini...¿Qué pasará en el futuro? ¿Le quitará Rini el novio a Mina? ¿Qué otros hombres caerán en las redes de la perversa menor? ¿Cuándo (re)aparecerán Jedite, Chanelyn, Mónica, Neflyte y otros tantos en la historia? *_*