Capítulo XX:
¿Por qué Heliot tiene la culpa?
"¿Qué dices, Heliot? ¡No puedo creerlo! ¡Eso no es cierto!", grita Rini tratando de defender al Pegaso. Todos miran a Heliot con ojos terribles, sobre todo Setsuna, que no está dispuesta a creer ni una palabra. "¿No es cierto? ¡Dime que no es cierto, Heliot!", grita Rini a punto de llorar ante el silencio del joven. "¿Qué te pasa?", pregunta Seiya. "¡Di algo!", grita Haruka. Heliot levanta la mirada por un momento y suspira para comenzar a hablar.
"Darien...Darien...", murmura Serena que por fin ha recuperado la noción de las cosas. "No hables, tienes que descansar", dice una dulce voz desde la oscuridad. Las cortinas de la habitación están cerradas y todas las luces están apagadas, no se escucha ni un sólo murmullo en la distancia. Serena abre lentamente los ojos y mira a su alrededor, lo primero que distingue en la oscuridad es un ramo de flores que está junto a su cama, después descubre a una persona sentada junto a su lecho. "¿Quién eres tú?", pregunta Serena con demasiada dificultad. "Tranquila, debes descansar...", responde la voz. Serena trata de distinguir las facciones de esa persona y de reconocer el tono de su voz, pero poco a poco siente como el cansancio se adueña de su cuerpo y se queda profundamente dormida pensando en Darien.
"Yo...", dice Heliot totalmente apenado, pero es interrumpido por....¡Así es! ¡Por Mina! ¿Cómo adivinaron? "¿Qué pasa, Heliot?", pregunta Mina mientras se acerca a él. Todos los presentes están hartos de que Mina siempre los interrumpa, así que miran a Artemis horrorosamente. Artemis siente la aplastante mirada de todos contra su pequeño y débil cuerpo de gato y dice: "¡Mina! ¡Cállate y no interrumpas!" . Mina voltea indignada hacia Artemis y dice: "¿Qué te pasa, Artemis? Yo no lo interrumpí...¡Él no quiere hablar con nosotros!", exclama Mina ofendida. Todos la escuchan atentamente y después observan a Heliot. "¿Verdad que tengo razón, Heliot?", pregunta Mina amablemente mientras mira al pequeño. "Bueno...yo...", responde Heliot mirando hacia abajo. "¿Lo ven? ¡Es obvio que no quiere decirnos nada porque ustedes se portan muy fríos con él! ¡Yo en cambio soy amable y trato de darle confianza! ¡Hasta Rini se porta mal con el pobre Heliot! ¡Será mejor que todos salgan y nos dejen solos!", exclama Mina mientras abre la puerta y sonríe. Todos se miran por un momento y después salen del templo. "Esto...no era necesario", murmura Heliot mientras mira a Rini salir, ella es lo última en hacerlo y también lo mira por un momento con rostro de indiferencia. "¡No te preocupes, Heliot! ¡Si no quieres quedarte conmigo por temor a enamorarte de una joven tan bella y talentosa como yo te comprendo!", dice Mina con una gran sonrisa. Heliot no puede evitar sonrojarse por las palabras de Mina.
Mientras tanto, en el hospital donde están internados los futuros reyes de Tokio de Cristal, Darien está siendo visitado por una singular pareja. Sus amigos de la escuela, Saori y Kobayashi, quienes tomaron un poco de su tiempo para ir a visitar a su superior. "¡Esto es horrible!", dice Saori al entrar en la oscura habitación. "Sí, ¿qué estarían haciendo nuestro superior y su novia?", pregunta Kobayashi pensativo mientras sostiene un enorme manojo de rosas que ambos compraron para su superior. "No lo sé, pero no soporto verlo de esta manera...", murmura Saori casi a punto de llorar mientras se acerca a él. "Yo tampoco, nunca imaginé verlo así...pensé que era más responsable"; dice Kobayashi mientras coloca las rosas en un jarrón y lo deposita en una repisa. "¡Kobayashi!", grita Saori molesta mientras lo mira. Al escuchar las voces de sus compañeros, Darien despierta lentamente. "¡Ya despertaste al superior con tus gritos Saori!", dice Kobayashi al percatarse de ello. Saori, apenada, camina junto a Kobayashi y observa cómo Darien despierta. "Son...ustedes", murmura Darien mientras observa los conocidos rostros de sus amigos. "Hola....perdón por despertarte", murmuran ambos, apenados. "No se preocupen...gracias por venir", murmura Darien. "Kobayashi estaba muy preocupado por ti, insistió tanto en venir que no pude negarme", dice Saori mientras mira a su compañero. "¡Eso no es cierto! ¡Tú eras la que quería venir a verlo! Además yo también estaba preocupado por la salud de mi superior y su novia...pero no insistí en venir", dice Kobayashi molesto. Al escuchar el nombre de Serena, Darien mira a su alrededor pero no consigue verla. "¿Dónde está Serena?", pregunta Darien consternado. Saori deja de pelear con Kobayashi y dice: "Está en otro cuarto". "Sí, la vimos antes de venir", agrega Kobayashi. "¿Y está bien?", pregunta Darien. "Sí, pero no pudimos hablar con ella, estaba dormida", responde Kobayashi. "Además había alguien más con ella...", dice Saori. Darien teme que se trate de alguien maligno y pregunta asustado: "¿Quién era? ¿Lo conocen?". Saori y Kobayashi se miran por un momento, intrigados por el tono de Darien, así que Kobayashi responde: "¡Claro que la conocemos! Es Leika". "Llegó antes que nosotros, pensamos que la habías visto...", dice Saori mientras se acerca a Darien. Éste está seguro de que Leika no fue a visitarlo, posiblemente ella ya no quiere ser su amiga por lo que pasó anteriormente.
Por otro lado, en la otra habitación, Serena ha despertado nuevamente y por fin reconoce a Leika. "Hola...Leika", dice Serena tratando de sonreír. "Hola Serena, ¿te sientes mejor?", pregunta Leika preocupada. "Sí...aunque un poco cansada", responde Serena con fatiga. Serena mira por un momento a su alrededor en busca de Darien, y al comprobar que no está ahí pregunta: "Dime Leika...¿Dónde está Darien?". Leika se sorprende un poco y calla por un momento antes de responder, recuerda los vergonzosos momentos que Darien le hizo pasar con anterioridad. "Está...en otra habitación", responde al fin Leika. Serena nota que algo no está bien y pregunta: "¿Pasa algo malo?", Leika trata de mentir y dice: "No...". Pero Serena trata de ayudarla y le dice: "Vamos...dime qué te pasa". Leika le agradece a Serena su atención pero prefiere no contarle nada: "No es nada, Serena...Por cierto, ¿qué les pasó? ¿Por qué están aquí con esas heridas tan extrañas?", pregunta Leika preocupada. Serena quisiera contarle todo, pero sabe que esto no es posible. "Rei aún sigue con Jedyte...las chicas están atrapadas en el edificio...no sé que hacer", piensa Serena desesperada. "No lo recuerdo...", termina por mentir. Ambas se limitan a sonreír, pero de pronto, el silencio es interrumpido y se escuchan un par de golpes en la puerta.
"A mí si vas a contarme todo, ¿verdad?", pregunta Mina mientras le sirve una taza de té a Heliot. "¡Qué no te de pena! Yo soy tu amiga y puedes confiar en mí", dice Mina mientras se sienta y le acerca la taza a Heliot. "Está bien, te contaré todo", dice Heliot mientras toma la taza y mira a Mina. "¡Nadie puede resistírsele a la bella diosa del amor!", piensa Mina triunfante mientras observa al encantador Heliot.
Mientras tanto, afuera del templo; Rei y los demás están en el patio viendo al abuelo y a Nicolas barrer las hojas que están en el suelo. "¡Allá está mi dulce Rei! ¡Rodeada por esos tres hombres! ¡Seguramente la quieren para ellos! ¡No puedo resistirlo más! ¡Mi deber es protegerla de tipos como ellos!", piensa Nicolas enfadado mientras se dirige a Rei, quien habla tranquilamente con Seiya y los demás. "¡Oh, no! Presiento que Nicolas quiere molestar a esos tres ricos y famosos herederos de mi templo, ¡no lo permitiré! ¡Mi deber es proteger los intereses de mi nieta!", piensa el abuelo mientras toma su escoba y se dirige a Nicolas. Mientras Nicolas se acerca a ella, Rei piensa preocupada: "¡Allá viene Nicolas! Presiento que algo malo va a pasar...". Dirigiéndose a Seiya, Taiki y Yaten; Nicolas grita: "¡Oigan ustedes tres! ¡Quiero que se alejen de mi querida Re...OUCH!". El abuelo se ha dado prisa y golpea fuertemente a Nicolas en la cabeza con su escoba. "No le hagan caso...has estado un poco enfermo estos días", dice el abuelo mientras desaparece llevándose a Nicolas con él. "¡Gracias abuelito!", piensa Rei aliviada.
"No sé que estoy haciendo aquí, yo debería estar ahora junto a mi querida bombón....No aquí, tratando de hacer hablar a un Pegaso que de pronto se transforma en niño", piensa Seiya mientras se aleja de Rei, Yaten y Taiki. Seiya camina un poco hasta que se topa frente a frente con Haruka, Michiru, Hotaru y Setsuna. Todas lo miran con desprecio y Seiya hace lo mismo mientras camina lejos de ellas. "No tenía por qué regresar...", dice Haruka. "Estabamos mejor sin él y sus amigos", agrega Michiru. Setsuna y Hotaru sólo callan y miran a Seiya alejándose, éste se detiene frente a las escaleras del santuario y mira detenidamente hacia el horizonte, después se sienta en las escaleras y piensa en Serena y en lo que hará después al respecto.
Por otro lado, Rini está muy preocupada; Lita, Ami y los tres gatos tratan de saber por qué. "¿Qué tienes Rini?", pregunta Ami. "Cuéntanos", dice Lita. Artemis, Luna y Diana sólo esperan la respuesta de la pequeña dama. "Es que...no puedo creer que Heliot sea el culpable de todo lo que está pasando. La paz en este mundo fue destruida una vez más, Darien y Serena casi mueren, Rei fue secuestrada...y todo por su culpa", murmura Rini profundamente triste. Lita y Ami se miran por un momento, al igual que los tres gatos, ninguno se atreve a hacer nada, pero es Diana la que salta a los brazos de Rini y dice: "No te preocupes, pequeña dama, seguramente tiene una buena razón". "Pero Diana...", murmura Rini mientras sus ojos se llenan de lágrimas. "¿Alguna vez te he mentido? ¿Hay alguna razón por la cual no quieras creerme? ¿Acaso ya no somos amigas?", dice Diana preocupada. Rini la mira por un momento, después se seca las lágrimas y dice mientras sonríe: "está bien, voy a creer en ti". Lita, Ami, Artemis y Luna se miran aliviados. ^_^
"Lo recuerdo perfectamente, fue hace algunos días. Yo me encontraba en Ilusión, manteniendo mi función de guardián, como de costumbre. Cuando de pronto el resplandor de un sueño llamó mi atención, nunca había visto nada igual. Me dirigí hacia él y encontré a su dueño vagando por Ilusión, fue en ese momento cuando conocí a ése hombre llamado Jedyte. Su sueño era el más extraño de todos los que han existido hasta el día de hoy, se volvió tan poderoso que...¡Se cumplió!", dice Heliot mientras mira fijamente a Mina. "¿Y cuál era ése sueño?", pregunta Mina impresionada por lo que acaba de oír. Heliot baja la mirada y dice: "Apoderarse de la Tierra y matar a las Sailor Scouts". Mina se asusta al escuchar las palabras de Heliot y pregunta: "¿Qué? ¿Cómo pudo hacerse realidad un sueño tan terrible como ése? ¡No me digas que...que tú lo hiciste posible!". Heliot deja su taza de té en la mesa y, después de un breve instante, responde: "En parte yo...soy culpable". Mina se levanta y grita: "¿Qué? ¡No es posible! ¿Por qué lo hiciste?". Heliot también se levanta y le da da la espalda a Mina mientras dice: "Porque...él me engañó".
Mina se siente más tranquila y vuelve a ocupar su lugar en la mesa. "Heliot, ¿cómo fue que pudo engañarte?", pregunta Mina con extremada seriedad. Heliot suspira y dice: "Realmente no lo recuerdo, sólo sé que me convenció de alguna forma". Mina se sonroja al escuchar estas palabras y pregunta: "¿De qué...qué clase de forma? ¿No recuerdas lo que te hizo?". Heliot se sonroja y dice: "¡No me refería a eso! Yo nunca lo vi a él, sólo a su sueño. No conozco su rostro". Mina se tranquiliza al escuchar esto y está dispuesta a escuchar más, pero de pronto....¡Una explosión se escucha dentro del santuario! ¡Los seres malignos han llegado para matar a las Sailor Scouts!
¿Qué sucederá con Darien y Serena, que son cuidados por unos débiles universitarios? ¿Qué pasará con todo esto? No te pierdas nuestro próximo capítulo.