Capítulo II:
A través de la Luna
La noche por fin ha llegado a la ciudad de Tokio. Serena llega a casa, se encuentra muy triste y cansada. "Nadie ha salido a recibirme, ni siquiera Luna. Son más de las once...Como es muy tarde los perdonaré a todos". Pensando en esto se dirige a su habitación, abre la puerta y contempla maravillada la blanquísima luz que entra por la ventana e ilumina a la dormida Luna.
"Luna", murmura Serena mientras se acerca a ella y la despierta. "Serena...¿Qué pasa?", dice Luna con voz somnolienta. Serena mira a Luna, está a punto de llorar, se lanza sobre ella y la abraza.
"Mientras estés conmigo todo está bien, Luna. ¿Crees que aún exista la amistad en el mundo? ¿Crees que aún quede algo bueno? ¿Vale la pena vivir en él?...Puede que yo lo haya salvado muchas veces, quisiera seguir creyendo en él...¡Con la misma fuerza que antes!", murmura Serena tristemente.
Serena llora en un cuarto oscuro, Luna la mira consternada, la luz que entra por la ventana fortalece su esperanza.
Después de un rato, Serena se queda dormida por tanto llorar. Luna se siente incapaz de ayudarla. No puede responder sus preguntas, ni siquiera sabe lo que ha pasado. "¿Qué es lo que te pasa Serena? Lo mejor es que vaya junto a Artemis para investigar". Luna salta por la ventana y desaparece en la oscuridad.
Mientras Luna corre por la calle, en dirección a la casa de Mina, trata de darse una idea del por qué del repentino cambio de Serena. "No lo entiendo, la última vez que la vi así fue cuando perdió aquel día gratis en la pastelería...Pero aquella vez no se portaba de esta manera. Seguramente se enojó con Darien, reprobó algún examen, no lo entiendo. ¡Esta niña es muy impredecible!". Al pensar en esto, Luna corre con más fuerza y casi en un instante se encuentra en la casa de Mina.
Luna trepa por un árbol, desde arriba puede ver a Mina y a Artemis, ambos están mirando la televisión. "¡Increíble!", piensa Luna sorprendida. Mina está sentada frente a la televisión, con un gran tazón de palomitas y varias latas de refresco vacías a su alrededor. Artemis se encuentra enrollado en las piernas de Mina, esperando a que ésta le lance algún bocadillo.
Luna no puede esperar más y lanza un agudo maullido. Mina y Artemis la ven encima de un árbol. Mina se levanta y abre la ventana. "¡Pasa Luna!", grita Mina haciendo señas con la mano. Luna da un gran salto y cae sobre la cama. Mina cierra la ventana y se sienta en la cama. Artemis la imita y va junto a Luna. "¿Qué sucede Luna? ¿Por qué viniste tan tarde?", pregunta Artemis."¿Acaso sucede algo malo?", continúa Mina, con un tono lleno de curiosidad.
"Es...Serena", murmura Luna, mirando hacia abajo. "¿Serena?", pregunta Mina. "¡Vamos Luna!, ¿Qué tiene ella de interesante? ¡Si yo fuera tú, no me preocuparía por ella! ¡A ti no te importa lo que le pase! ¡Lo único que debe estar buscando es atención!", exclama Mina con los brazos cruzados y volviendo la cabeza hacia la izquierda.
Un fuerte viento entra por la ventana de Serena, se siente tan frío que despierta a Serena al instante
"¿Qué te pasa Mina? Tú no eres así ¿Qué pasó con la tierna jovencita que no dudaba en ayudar a los demás?", pregunta Luna. Mina se sobresalta. "¡Es cierto! Yo soy una joven maravillosa", piensa Mina mientras una sonrisa se dibuja en sus labios. "¡Luna! ¿Cómo crees que yo sería capaz de decir algo así? ¡Fue una broma! ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!". Luna y Artemis la observan con alivio.
"Lo que sucede es, bueno, Serena llegó muy tarde hoy. Parece que le sucedió algo malo. Apenas llegó junto a mí y comenzó a llorar. ¿Ustedes no saben algo?", pregunta Luna mientras mira a Artemis y a Mina. "Lo siento Luna, yo no sé nada", responde Artemis avergonzado. Mina se levanta, camina hacia la ventana y después de un breve instante responde: "Hoy la vi, Serena iba sola, yo le pregunté si un nuevo amor perturbaba su corazón...Pero no me contestó. Lo siento Luna, es lo único que sé". Al escuchar estas palabras, Luna se encuentra aún más confundida.
"Entonces...Si no es eso..", dice Luna con un tono muy triste. "No te preocupes Luna, mañana investigaremos con las demás, verás que pronto lo descubriremos todo", dice Artemis tratando de animarla. "Recuerdo que Serena mencionó algo acerca de la amistad...Dijo que le gustaría seguir creyendo en el mundo que salvó una vez", dice Luna. Mina escucha con atención sus palabras, se acerca a la televisión y la apaga, observa su reflejo en la pantalla y sus ojos se entristecen.
Serena observa la Luna desde su ventana, el viento es muy fuerte, su cabello se mueve al compás del viento. Las hojas que antes estaban en el piso ahora se mueven en el aire, de pronto el viento se vuelve muy agradable. Serena se siente libre, extiende sus brazos y su vestido también es movido por el aire, sus ojos miran extasiados a su alrededor, parece como sí todo se volviera de colores. Destellos plateados brillan a su alrededor. "Estoy decidida, mañana hablaré con las chicas y además entraré al concurso de belleza", piensa Serena.
Luna se dirige hacia la casa de Serena, siente que no hay salida, pero de pronto ve a Serena de pie, soñando despierta, con una gran sonrisa en los labios. Luna se dirige rápidamente hacia ella, y de pronto, las dos se van a la cama, no pueden olvidar que mañana será un día muy ocupado.